El proyecto de habilidades sociales para personas con autismo consiste en un programa para ayudar a su inserción laboral.
A las personas con autismo, en muchas ocasiones, deben orientarse de forma explícita en algunas de las capacidades que las personas neurotípicas adquieren de forma espontánea y natural a lo largo de su desarrollo.
Este proyecto quiere aplicar un programa psicoeducativo a las personas con autismo, con el fin de mejorar la expresión y comprensión de emociones y diferentes habilidades sociales, con el objetivo de favorecer su integración social y laboral
Por este motivo, se ha elaborado un programa específico para ser desarrollado en grupos reducidos y dirigido por profesionales expertos en autismo
La necesidad de este proyecto deriva de las graves dificultades de interacción social de las personas con TEA. Este hecho contribuye a deteriorar la calidad de vida de los directamente afectados y sus familias, y es motivo de marginación social y trastornos comórbidos, como la depresión y la ansiedad. Todo lo que pueda ayudar a disminuir dichos déficits debe constituir un objetivo prioritario, ya que incrementará el bienestar del colectivo y ayudará a su inclusión social y laboral. El TEA es una condición crónica y las personas afectadas suelen tener una larga esperanza de vida. Esto significa que la etapa adulta es extensa y, la posibilidad de que sobrevivan los progenitores durante muchos años es alta. Si estas personas pueden insertarse en el mundo laboral serán personas mucho más autónomas y dependerán, en menor medida, de otras personas e instituciones.
Desde una perspectiva social, la inclusión de las personas con trastornos mentales y/o discapacitados en la comunidad es un objetivo prioritario de todas las sociedades desarrolladas. Proporcionar herramientas y recursos para que los colectivos más desfavorecidos puedan sentirse ciudadanos con las mismas oportunidades que el resto de la población requiere trabajar proactivamente con acciones concretas, permanentes y efectivas
Esta actividad tiene la cofinanciación de la Fundación ONCE, la Diputación de Barcelona y el Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya.